miércoles, 28 de octubre de 2009

De Mente

Mi cuerpo está caminando por la calle.
Mil seiscientos pasos, seiscientos segundos, debajo de la luna. Volviendo a casa a las once de la noche, después de otro día de estudio.
Mi cuerpo está caminando por la calle, a oscuras. Pero mi mente y mi alma están en algún otro lugar, al que la música me está llevando. Mis pies pisan ciudad, mi mente vuela, quién sabe por dónde. La guitarra y el banjo cierran mis ojos y veo la blancura de la luz del sol encegueciéndome, y te imagino. Tengo a flor de piel las mas hermosas emociones, se me sonríe la cara y se me enternece la mirada..

Mi cuerpo camina por las calles de la ciudad, que se va tornando barrio en la oscuridad de la noche. Pero mi mente no está, y nadie puede verme. El viento me traspasa sin despeinarme. La inseguridad y el rocío de la noche me rodean pero no se acercan ni pueden tocarme. Tal vez nos crucemos y sigamos de largo, sin darnos cuenta de nuestra presencia. Estoy, pero no. Mi mente está envuelta en rayos de sol, y la noche no puede alcanzarme.

Llego a la puerta de casa, apago la música, miro la Luna, y ya soy una otra vez. Doy el ultimo paso, y cierro rápidamente la puerta detrás mio, con miedo de que la noche de la ciudad pueda ahora atraparme.

(?)

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