Caminar a la noche por Avenida Córdoba, con dos bolsas de Dia% en las manos, llevando la comida a mi casa, una cuadra hacia adentro, por una calle rota y oscura, y ver los autos, que se dirigen todos a abandonar la ciudad, me hace sentir una rata asquerosa.
Soy una de las tantas ratas que, dia y noche, habita esta inmunda ciudad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario